LOS hábitos de compra y consumo de alimentos fuera del hogar (out of home, OOH) están costando a las economías mundiales miles de millones de dólares en ingresos perdidos. La caída en la confianza de los consumidores y las restricciones en el contacto social han creado un ambiente en el que la industria de servicios de alimentos depende de los servicios de entrega a domicilio para mantenerse en funcionamiento, según el último informe de Kantar: «El panorama de la comida y las bebidas fuera del hogar. El impacto de COVID-19 y el camino hacia la recuperación».
Durante la primera mitad de 2020, cada semana de confinamiento le costó a cada país analizado (incluyendo Europa y América latina) casi 500 millones de dólares en ventas perdidas sólo en aperitivos y bebidas no alcohólicas. otros mil millones de dólares en el Reino Unido, 695 millones de dólares en Francia y 594 millones de dólares en España en total se perdieron debido a la reducción del consumo de alimentos OOH.
Durante la primera mitad de 2020 (hasta mediados de junio) el consumo de alimentos de la categoría OOH cayó. A medida que los países salieron de la primera ola de cierres, la transición al trabajo a domicilio restringió la recuperación del gasto en OOH. La caída del gasto en alimentos OOH no fue completamente compensada por el aumento de las ventas de comestibles que hemos visto en todo el mundo.
Otros hallazgos del estudio incluyen:
–Mientras que el consumo de bebidas no alcohólicas creció un 10% en 2020, el gasto se redujo en un promedio de 36% frente a 2019 como resultado de la pandemia.
–Las ventas de café OOH muestran caídas de hasta el 86%. A finales de agosto, los mayores volúmenes de ventas de café eran todavía un 50% más bajos que la media de los volúmenes de 2019, mientras que las compras de café para uso doméstico habían aumentado un 17% a poco más de 109 millones de dólares al mes.
–En los entornos urbanos de mercados centrales, sólo el 55% de los consumidores han utilizado un servicio de reparto de comidas a domicilio en el último año -y sólo el 8% está utilizando esos servicios una vez a la semana, lo que pone de relieve una clara oportunidad de crecimiento y recuperación.
-Los países que han visto el menor daño a sus ventas de OOH parecen ser los que tienen una mayor penetración de los servicios de entrega de comidas.
El mercado europeo de alimentos de OOH se ha visto más afectado que los países de América Latina y Asia. En todo el mundo, el «disfrute» es citado por el 59% de los usuarios (comparado con el 41% que cita la conveniencia) como la motivación para usar aplicaciones de entrega a domicilio, sugiriendo que la entrega de comida se está convirtiendo rápidamente en una estrategia de «pequeña gratificación» para las personas en tiempos económicos difíciles.
Las compras de comida en el Reino Unido habrían disminuido en un 70% -de 5.400 millones de dólares a 1.900 millones en abril-, pero las entregas de comida compensaron parte de la pérdida, dejando la disminución en un 50% (2.700 millones de dólares).
La entrega de comida a domicilio ha suavizado el impacto económico de COVID-19 para algunos países, creando una oportunidad incremental a medida que la gente busca pequeñas gratificaciones en tiempos difíciles. La industria está muy establecida en Asia y América Latina y presenta una buena estrategia de crecimiento y recuperación. La inversión en el aumento del uso de aplicaciones para la entrega de alimentos podría ayudar a recuperar los ingresos perdidos en cafeterías, restaurantes y establecimientos de comida para llevar.
Así se presentan muchas otras oportunidades para la innovación: los servicios de entrega a domicilio tienen espacio para ampliar sus ofertas, especialmente en el mercado de las bebidas y para que las marcas tradicionales de OOH encuentren formas de crear oportunidades para que sus marcas se consuman en el hogar.
